Faraón obstinado contra la liberación de Israel

Éxodo 6:28 ; Éxodo 7:1

¿Cuántas veces decimos en un tono similar: "Soy incircunciso de labios, y cómo me escuchará Faraón?" Cuarenta años en el desierto, en absoluta soledad, le habían robado a Moisés la elocuencia con la que Esteban le atribuye en su vida anterior. Como Jeremías, se sentía un niño e incapaz de hablar.

Es un momento terrible en el que la voluntad humana se opone a la divina. Si no se dobla, debe romperse. Por una vez, el vástago de una raza imperial se había encontrado con su superior. ¡Más le valdría al tiestos luchar con los tiestos de la tierra! Pero Dios no es irracional. Al principio, se esforzó por demostrarle al faraón quién y qué era. Una de las principales razones de las plagas, así como de estos milagros, fue establecer el hecho de que el Jehová de los hebreos era el gran Ser que vive detrás de todo el aparato de la naturaleza.

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