La enseñanza falsa que niega el poder de Cristo resulta en un pensamiento falso que niega la Venida de Cristo. Habrá burladores que caminarán con lujuria y se burlarán de la gran esperanza de la Iglesia, declarando que las cosas continuarán como han continuado. Para fortalecer a sus lectores contra este peligro, el apóstol les recordó las profecías y el mandamiento del Señor, y dijo además que lo que parece ser una demora se debe a la longanimidad de Dios, con quien el tiempo no existe.

Vendrá el día del Señor. Será destructivo. Será constructivo. Podemos apresurar ese día con una vida santa y piedad. El resultado de este conocimiento debe ser la diligencia para crear el carácter que Él buscará, para crearlo mediante la lealtad a Su Señoría y la paciencia durante la demora.

La exhortación final es doble. "Tener cuidado." Ser advertido es en verdad estar prevenido. La certeza de la verdad de las cosas de Cristo capacitará al alma confiada para detectar el error y producir cuidado y firmeza en la vida. Eso marca la actitud de cautela. "Gruñido" De pie en la gracia y el conocimiento, el alma está en el suelo y en la atmósfera para su desarrollo. Que haya crecimiento en respuesta a estas cosas. El crecimiento es la condición para aumentar la fuerza y ​​la firmeza duradera.

El escritor termina con una breve y completa doxología de la gloria al Señor y Salvador en el presente y en el futuro; es decir, en respuesta a Su poder y por medio de Su Venida. El alma está establecida contra todas las posibilidades de peligros en Él tanto ahora como para siempre.

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