Esta es una profecía de juicio sobre Asiria y está llena de interés. Asiria es el poder que Jehová está usando para castigar a Su pueblo, pero debido a que no comprende su verdadera relación con Dios, será juzgado a su vez.

El profeta primero indica este contraste de intenciones. La intención de Jehová es que Asiria sea una vara en su mano. La intención asiria es destruir al pueblo de Dios. Luego declara el propósito divino. El Señor llevará a cabo Su obra en Jerusalén de acuerdo con Su intención, pero luego castigará a Asiria. La razón de esto es que Asiria actúa como si fuera fuerte e independiente, olvidando que no es más que un instrumento en la mano de Jehová. Luego se describe el castigo.

En vista de este juicio, el profeta entrega un mensaje al remanente de Israel. El resultado de la invasión asiria será que el remanente permanecerá en Jehová. Por tanto, no deben temer, porque el azote será azotado, y la carga sobre el cuello del pueblo de Dios se apartará. Esta profecía termina con una descripción gráfica del acercamiento de los asirios y una descripción del juicio que caerá sobre el pueblo elegido por su venida.

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