Este es uno de los salmos de adoración más majestuosos y hermosos. Es a la vez un modelo perfecto de alabanza y, por lo tanto, una gran revelación del método, el poder y la misericordia de Dios. Tan claro y simple es en su movimiento y lenguaje que no es necesario decir nada de él salvo, quizás, sugerir un análisis para ayudar en su estudio.

Prólogo de alabanza (1-3). Aquí el salmista derrama la alegría y la gratitud de su corazón que se estremece con el más alto espíritu de adoración.

El peligro y la liberación (4-19). Primero se aclara la terrible naturaleza del peligro, y luego se cuenta la historia del poder y la majestad del proceso de Jehová y se declara el hecho de la liberación.

El principio (20-29). Se declara la razón de la liberación divina y la verdad de importancia perpetua, que Dios es para el hombre lo que el hombre es para Dios, es cama.

La confianza resultante (30-45). De nuevo la canción estalla en una alegría casi tumultuosa. La confianza absoluta en Dios y la seguridad de un triunfo continuo se basan en las experiencias ya adquiridas de Su bondad.

Epílogo de alabanza (46-50). El himno termina con más frases que agrupan los beneficios conferidos al rey por su Dios y atestiguan su determinación de alabar a Dios entre las naciones.

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