Si alguno de los que no creen te invita a un banquete y estás dispuesto a ir. lo que se le ponga delante, coma, sin hacer preguntas por motivos de conciencia.

El mismo principio se aplica cuando se les invita a ir a la casa o al banquete de un amigo pagano. No hay razón para no ir si así lo desean. Tampoco tienen que empezar a hacer preguntas sobre la carne. Si se desconoce su origen, no tienen que preguntar al respecto. Su conciencia no necesita estar tan atada. Pueden comer lo que se les ponga delante, aceptándolo como del Señor y su plenitud, y dándole gracias.

Entonces, el principio que él está enfatizando es que lo que importa no es si la carne ha sido sacrificada a los ídolos. Eso no afecta las cosas ni de una manera ni de otra. Lo que realmente importa es cuando se sepa públicamente que es así. Entonces sí importa por el testimonio que da y el efecto que podría tener en aquellos que son espiritualmente débiles. Todo es cuestión de testimonio y preocupación por los pensamientos del hermano más débil, no por la carne en sí.

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