"Porque también para esto escribí, para conocer la prueba de ti, si eres obediente en todo".

Les asegura que la razón principal por la que les había escrito la severa carta no era para obtener castigo para el hombre, sino para que pudiera probar su propia obediencia a él como apóstol, 'en todas las cosas', no justo lo que eligieron aceptar. Eso era lo que realmente importaba. No buscaba venganza. Más bien había querido saber si volverían a responder a su autoridad y seguirían sus instrucciones sobre todo lo que había escrito. Y había salido bien.

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