"Y lloré mucho porque no se encontró a nadie digno de abrir el libro o leerlo".

Qué tensión está bajo John. Ha visto cosas más allá de la imaginación de los hombres, y ahora ve el libro del destino del cielo y de la tierra, y permanece sellado porque nadie puede abrirlo. No es de extrañar que se derrumbe y llore.

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