Y. lloré mucho

Cuando Juan supo que no había ningún ser creado que pudiera revelar lo que contenía el libro, lloró. Era un exiliado, lleno de ansiedad por el destino de la iglesia perseguida, y sentía un intenso deseo de conocer su suerte en los años venideros. Lo amaba más que a su vida, y si pudiera ver lo que contenía el libro, sabría cuáles serían los resultados, en el futuro, de todas las luchas, sufrimientos y sangre de los santos perseguidos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Nuevo Testamento