Y el ángel le dijo: Cíñete y átate las sandalias. Y así lo hizo. Y él le dice: "Tira tu manto y sígueme".

Debemos suponer que Pedro estaba pesado por el sueño, tal era la claridad de su conciencia, por lo que el ángel tuvo que presionarlo urgentemente para que actuara. Le ordenó que se ciñara, es decir, que se pusiera el cinturón para no tocar el suelo para caminar rápido, y que se atase las sandalias. Quería que Peter supiera que vendría con él. Y Pedro hizo lo que se le dijo. Luego lo instó a que se arrojara la túnica a su alrededor y lo siguiera.

El detalle dado sugiere que Lucas quiere que veamos a Pedro como aturdido, y esto se pone de manifiesto en lo que sigue. Es cierto que el visitante fue enviado por Dios, pero no hay nada aquí que requiera necesariamente que sea un visitante celestial, aparte de la descripción de "ángel del Señor" en sí. De no haber sido por eso, igualmente podría haber sido un mensajero de Dios en la tierra.

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