Festo pide la ayuda de Agripa para formular un caso y Pablo les da su testimonio a ambos (25: 13-26: 23).

Festo ahora se condena a sí mismo al admitir que no tiene ningún cargo que presentar contra Pablo. Lo envía a César para ser juzgado, pero no sabe por qué. No tiene ningún caso contra Paul. Esto se adapta al propósito apologético de Lucas, pero muestra la justicia provincial romana (mientras exonera al emperador).

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