"El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien tú mataste, colgándolo de un madero".

Señala que ellos mismos (los Apóstoles) habían estado predicando nada más que la verdad. Como todos sabían, fue debido a los esfuerzos del Sanedrín que lo mataron y colgaron de un árbol. Así lo había deshonrado el Sanedrín, porque ser colgado de un madero era ser tratado como un criminal maldito por Dios. Pero la verdad era que lejos de que Dios lo viera deshonrado, lo había levantado de entre los muertos. El Sanedrín lo había sometido a una maldición, Dios lo había declarado bienaventurado.

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