"Porque no hay acepción de personas para con Dios".

Ya sea judío o griego, juez, filósofo u hombre común, todos serán tratados de la misma manera. No habrá parcialidad injusta. Por lo tanto, el judío no se encuentra en mejor situación que cualquier otra persona. Tampoco el filósofo. Todos serán examinados sobre la misma base, sin excepción. Dios no tomará en cuenta si son hijos de Abraham, circuncidados, observadores del sábado, conocedores de la Ley o famosos por su filosofar. Profundizará en el corazón interior para descubrir la verdad sobre lo que realmente son, tal como lo revelan las cosas que han hecho o dicho.

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