Juan 16:8

Mirar

I. En las operaciones del Espíritu Santo, como se establece en el Nuevo Testamento. En un tiempo se le representa ejerciendo influencia sobre el entendimiento. Los ojos se abren; se otorga la facultad de discernimiento espiritual; la letra muerta se acelera en una realidad viva y sublime, y nuestro corazón arde dentro de nosotros, mientras la luz fresca y cálida del cielo fluye sobre la palabra sagrada. En otras ocasiones, la influencia parece ejercerse sobre la voluntad.

The strongholds of the ancient enemy are cast down; the soul is led onwards by the constraint of a sweet captivity, and drawn upwards by the bonds of love. Whilst at other times, the work of the Holy Spirit seems to lie directly with the affections of the heart. Then there is shadowed forth the love of God; we feel the presence and power of a new affection; we are urged on by the inspiration of grateful emotion. "The love of Christ constraineth us," because this love is shed abroad in our hearts by the Holy Spirit, which He hath given us.

II. Considere la obra especial del Espíritu: reprobar o convencer del pecado. Convencer de la incredulidad es convencer de un corazón alejado. Deberíamos creer más si amáramos más; si la persuasión fuera más apreciada habitualmente; si la profunda ternura de Dios y el fuego de la santa gratitud se encendieran en el altar de nuestra fe lánguida. No hay nada de lo que seamos claramente más responsables que las primeras convicciones de pecado; llevan marcas de Dios y provienen directamente de él.

No siguen ninguna ley, no están confinados a ningún instrumento, no esperan oportunidades y, sin embargo, vienen armados con una fuerza que desafía nuestra obstinación de ignorar y desafía nuestra filosofía de explicar. Las convicciones resistidas destruirán con el tiempo toda sensibilidad religiosa. A medida que la dificultad disminuye, también lo hace el dolor. La resistencia une la resistencia, y el corazón, como un yunque, se vuelve más duro con cada golpe sucesivo. En lugar de resistir las primeras convicciones de pecado, use todos los medios para profundizarlas. "Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones".

D. Moore, Penny Pulpit, No. 3357.

Referencias: Juan 16:8 . S. Baring Gould, Cien bocetos de sermones, págs. 155, 157; Parker, City Temple, 1871, pág. 185. Juan 16:8 ; Juan 16:9 . R. Lorimer, Estudios bíblicos en vida y verdad, pág. 143.

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