Y David dijo: No hay nadie como él; dámelo.

Espada de Goliat

I. Primero, entonces, la historia de la espada de Goliat. Véalo, en primera instancia, colgando del costado del gigante. El hombre mismo es poderoso. Escuche cómo desafía a las huestes de Israel. La historia posterior de esta espada es interesante. ¿Qué pasó después de que David, al no tener espada propia, se la pusiera en la garganta del gigante y le cortara la cabeza con ella? Ya no era de Goliat; era de David, de verdad.

Es evidente que no se contentaba con que adornara su propia residencia; se lo daría al Señor. Encontró en su corazón colgar la espada en el Lugar Santo, para que Dios tuviera la gloria. ¿Qué pasó después? Mucho después, cuando David quiso una espada, Dios le devolvió esta misma arma. Nadie es más pobre por prestarle al Señor. Dios le devolvió la espada a David en la hora de su aflicción.

Ahora quiero decirte, seguro que recuerdas alguna gran liberación de días pasados. Recuerda las armas con las que Dios le permitió abrirse camino a través de obstáculos que suponía debían abrumarlo. Te estás metiendo en un aprieto de nuevo, ¿verdad? Bueno, recuerda la experiencia anterior; agarre la espada vieja y confíe en el mismo Dios inmutable. Utilice la promesa que le ayudó antes.

II. Pero, espero, obtendremos aún más bendiciones cuando pensemos en esta espada desde un punto de vista espiritual. Estas cosas bien pueden llamarse alegoría. La guerra aún continúa. El filisteo todavía está en la tierra. ¿Y cuál es la espada de David? La espada es la Palabra de Dios, la Verdad Divina, el Evangelio de la Gracia de Dios. “La Palabra de Dios es viva y poderosa, más cortante que cualquier espada de dos filos, que traspasa hasta la división del alma y el espíritu, de las coyunturas y de la médula, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

”No queremos otra arma. No hay nada que nos induzca a probar otro. Hemos visto a los demás probándolos. Han tenido tan poco éxito que nos hace más satisfechos con la vieja espada de Jerusalén. ( Thomas Spurgeon. )

Armas probadas

Proponemos tratar este texto con especial referencia a la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.

1. No hay ninguno igual por variedad de adaptaciones.

2. En cuanto a la argumentación, ¿dónde podemos encontrar una espada más agudamente argumentativa?

3. Impresionaría a todos los lectores jóvenes con la amplitud de la Biblia, con su universalidad de adaptación a todas las circunstancias y necesidades de la vida humana.

4. No hay ninguno igual para facilitar el transporte. Hay armas que son muy difíciles de llevar, pero la espada del Señor no es una de ellas.

5. No hay ninguno igual para la universalidad de uso. Los niños y las personas enfermas pueden usarlo; el más pobre puede aprovecharlo; el hombre más ocupado puede encontrar un momento para hacer ejercicio.

6. Los enfermos pueden usar esta espada del Señor. ( J. Parker, DD )

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