Te he hecho un dios para el faraón.

La posición moral en la que unos hombres se encuentran frente a otros

Dios hizo que Moisés fuera un dios para el faraón y que Aarón fuera un profeta. Hay muchos hombres buenos y nobles en el mundo de hoy, que son dioses, los instructores y gobernantes de sus semejantes.

I. Esta exaltada posición moral es el resultado de la asignación divina. “Y Jehová dijo a Moisés: Mira, te he puesto por dios para Faraón”.

II. Esta exaltada posición moral implica un arduo trabajo y una terrible responsabilidad.

1. Los verdaderos dioses de la sociedad tienen algo más que hacer que divertirla. La dirección de sus esfuerzos se refiere a las almas, a la vida del hombre en su relación con el Infinito. Un hombre cuyo objetivo más elevado es excitar la alegría de la sociedad, está demasiado alejado de la divinidad para ser confundido con un dios.

2. Los verdaderos dioses de la sociedad encuentran su empleo en comunicar a los hombres los mensajes de Dios. Vienen a enseñarnos; para despertarnos; para permitirnos cumplir la voluntad de Dios. De ahí que su trabajo sea arduo y responsable.

III. Esta exaltada posición moral se emplea con mayor eficacia en la búsqueda de la libertad de los hombres. Si no fuera por la esclavitud de Israel, Moisés no habría sido un dios para el faraón. La posición es el resultado de una condición de cosas que debería eliminar. No es para el autoengrandecimiento. Es dar a los hombres la libertad de una salvación divina. ( JS Exell, MA )

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