Escucha la palabra del Señor de los ejércitos

La profecía de Isaías sobre el cautiverio en Babilonia

Jarchi dirige la atención a la correspondencia exacta del castigo con el delito.

Como los babilonios habían visto todo, algún día deberían llevarse todo; como no se les ha negado nada ahora, tampoco se les debe negar nada en el futuro. ( JA Alexander. )

Una gratificación costosa

Benjamin Franklin, cuando era un muchacho, estaba muy enamorado de un silbato que vio a la venta. Arrastrado por el deseo de poseer el juguete, reunió todo su dinero y se lo ofreció al vendedor, quien enseguida lo tomó y entregó el silbato al ansioso muchacho. Durante un tiempo, la sensación de un deseo gratificado excluyó cualquier otra consideración. Luego, gradualmente, el muchacho se dio cuenta de cómo lo habían engañado; y en los días posteriores, el hombre sabio, al observar a los hombres y sus necias costumbres, recordaría su propia experiencia temprana y diría de este hombre y de aquel: "Ha pagado demasiado caro por su silbato". ( Capó WC. )

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