Los que habitan en casas de barro.

La fragilidad y la mortalidad del hombre

El gran designio de Dios en Su Palabra y en Su providencia es humillar el orgullo y curar la presunción fatal del hombre.

I. La impresionante descripción aquí de nuestra frágil y mortal condición. Los ángeles son espíritus puros, los hombres son en parte espirituales y en parte corporales. "Vivimos en casas de barro". Se expone así la fragilidad de nuestro marco. Su fundamento está en el polvo, su origen y subsistencia son del polvo. Esta también es una expresión significativa, "que son aplastados antes de la polilla", es decir, antes que la polilla.

II. Esta impresionante descripción de nuestra fragilidad está verificada por casos de ocurrencia diaria. Ilustre con casos de muerte por accidente simple y repentino y por enfermedad insidiosa. Haz algunas inferencias prácticas.

1. Si el cuerpo del hombre es tan frágil y está expuesto a la muerte por causas tan numerosas, qué locura atroz y culpable es estar completamente absorto en las búsquedas y placeres de la vida presente.

2. ¡ Qué importante es estar preparado para un mundo donde la muerte y el dolor son desconocidos! Pero, ¿cuál es la debida preparación para la bienaventuranza inmortal?

3. Si el cuerpo es tan frágil y mortal, y la mente tan propensa a volverse y desviarse de la solemne consideración requerida, ¡cuán necesario es orar para que la luz y la gracia dirijan y fijen nuestros pensamientos sobre este tema profundamente interesante! Para aprender el método de contar con provecho nuestros días en la tierra, todos necesitamos la enseñanza divina, y esto debe buscarse en Aquel que esté dispuesto a impartirla. ( Recuerdo de Essex. )

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