Justo eres tú, oh Jehová, y rectos son tus juicios.

El testimonio de un santo probado

I. Su testimonio acerca de Dios.

1. Concerniente al carácter Divino (versículos 137,142).

(1) La justicia de Dios no tiene estándar más que Él mismo. Lo que Él hace es correcto, no porque se amolde a algo fuera de Él, sino porque se amolda a Su naturaleza.

(2) La justicia de Dios está de acuerdo con la constitución moral del universo. La conciencia universal está de acuerdo con él. “Justos y rectos son Tus caminos”.

2. Concerniente a Su Palabra.

(1) Fiel. Su Palabra es verdad.

(2) Puro como el oro más puro, libre de toda escoria, puro como el rayo de sol más puro, absolutamente libre de todos los pensamientos erróneos, de todos los sentimientos y pasiones impíos.

II. Su testimonio sobre sí mismo.

1. Celo por lo Divino (versículo 139). ¡Cuán pocos pueden decir que sienten celo por la persona correcta! Cuando vio el olvido absoluto de sus contemporáneos de Dios, su corazón resplandeció de celo por la gloria divina.

2. Amor por la pureza de la verdad (versículo 140). Algunos pueden amar la verdad debido a la hermosa forma en que se presenta, el poder de su sugerencia y la sublimidad de sus especulaciones. Pero este hombre lo amaba por su pureza.

3. Conciencia de la insignificancia propia (versículo 141). ¡Cuán insignificante es el hombre más grande en comparación con Dios, su carácter y manifestaciones!

4. Gozo en el sufrimiento (versículo 143). Su interés por el Verbo Divino lo aburría y lo hacía feliz incluso en el sufrimiento.

5. Deseo de mayor conocimiento. "Más luz" es lo que quería. ( Homilista. )

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