Todo lo que quiso el Señor, eso hizo.

La actividad de Dios

I. Dios actúa. Él es el gran trabajador, nunca descansa, nunca falla, nunca se cansa, el trabajador de todos los trabajadores, el motor en todos los movimientos.

II. Dios actúa en todas partes. En los cielos hace rodar las enormes esferas del espacio; sobre la tierra hace crecer la hierba y viste la tierra de verdor.

III. Dios actúa por sí mismo y por sí mismo.

1. De sí mismo. Nuestra actividad a menudo está excitada y controlada por algo externo a nosotros. Su nunca. Nada es extra. Ningún principio o persona gobernante, ni todas las jerarquías de inteligencias, ni las fuerzas y formas que se precipitan de la materia universal pueden excitarlo. Su acción es de absoluta espontaneidad. No es responsable ante nadie.

2. Para sí mismo. No hay otra razón para su actividad que la que le agrada. La medida principal de cualquier inteligencia moral es la satisfacción de Su carácter predominante. En Dios esto es amor. De ahí que Su placer en crear el universo y sostenerlo sea la difusión de Su propia felicidad. Su placer es el placer de sus criaturas; Su felicidad y la de ellos son idénticas. ( David Thomas, DD )

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