Lento para la ira y grande en misericordia.

El pecado es una provocación y una miseria

I. El poder provocador del pecado. Dios es susceptible de provocación.

1. No es intelecto frío.

2. No es indiferente a la conducta moral.

3. Su naturaleza se rebela contra el pecado.

4. Por grande que sea Su disgusto, Él lo controla.

II. El poder del pecado que produce miseria. Ha convertido nuestro Edén en un valle de lágrimas. ( David Thomas, DD )

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