Y él se levantó, comió y bebió, y fue con la fuerza de aquella comida cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.

Ver. 8. Y él se levantó, y comió y bebió. ] Hagamos lo mismo en la Cena del Señor, donde ser un santo glotón es una gran virtud.

Cuarenta días y cuarenta noches. ] Tanto tiempo ayunaron Moisés, Elías y Cristo; que tres grandes padres se encontraron después gloriosamente en el monte Tabor.

Hasta Horeb, el monte de Dios. ] A este monte de Beerseba se le cuentan ochenta millas; de modo que el profeta no necesitaba haber tardado tanto en ir allí; pero por razones de seguridad, tal vez podría dar muchas vueltas y buscar muchos combates, a través de lugares sin caminos, para evitar a los perseguidores; y si al principio tenía la intención de ir a Horeb, ¿quién sabe?

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