Y envió de nuevo a un capitán del tercero cincuenta con sus cincuenta. Y subió el tercer capitán de cincuenta, y se acercó y se arrodilló ante Elías, y le suplicó y le dijo: Oh hombre de Dios, te ruego que me dejes mi vida y la vida de estos cincuenta tus siervos, sea ​​precioso a tus ojos.

Ver. 13. Y envió de nuevo a un capitán. ] Otro pentacontarca; pero mejor que el anterior. Algunos piensan que fue el buen Abdías, de quien se sabía que era misericordioso con el profeta y que pudo prevalecer con él para que fuera al rey.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad