Ni se multiplicará para sí mujeres, sin que su corazón se desvíe, ni se multiplicará en gran manera la plata y el oro.

Ver. 17. Plata y oro. ] No sea que sus exactores reciban de sus súbditos no menos sumas de maldiciones que de monedas; y no sea que junte dinero, los nervios de la guerra, pero pierda el cariño del pueblo, las articulaciones de la paz, como lo hizo nuestro rey Juan.

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