Y alzó los ojos y vio a las mujeres ya los niños; y dijo: ¿Quiénes son esos que están contigo? Y él dijo: Los hijos que Dios ha dado en gracia a tu siervo.

Ver. 5. Los hijos que Dios ha dado en gracia. ] Septiembre, Eχαριτατο. Porque los niños son los dones de Dios, como David le enseñó a Salomón. Sal 127: 3 Se ha observado bien que el buen Jacob, ante un hombre malo, habla religiosamente: "Dios de su gracia", etc. y Esaú, tan malo como era, no se burla de ello. No hay signo más seguro de un corazón profano que burlarse de las buenas expresiones; que eso, nada hoy en día es más familiar.

Los espíritus carnales no pueden oír palabras sabrosas, pero las rechazan con desprecio, como hizo Pilato con nuestro Salvador, hablando de la verdad, con esa pregunta desdeñosa y profana: "¿Qué es la verdad?" ¿Se considerarán cristianos a estos burladores? ¿Alguien que escuchó a Elías burlarse del servicio y los siervos de Baal, podría creer que Baal era Dios en su estima? ¿No se levantará Esaú para juzgar a tales profanos? ¿Y no debería Jacob repudiar a todos esos profesores despilfarradores por tener alguna relación con él, que no se atreven a hablar religiosamente, por temor a algún Esaú en compañía? que se avergüenzan de parecer lo que son, con Sedequías, para que no se burlen de ellos los que han caído en manos de los caldeos?

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad