Por la fe Abraham, cuando fue llamado a salir a un lugar que después recibiría como herencia, obedeció; y salió sin saber adónde iba.

Ver. 8. Cuando fue llamado ] Un hombre puede seguir a Dios a través del Mar Rojo. Debe ser obedecido sin escisiones, con una obediencia ciega. Abraham guiñó un ojo, por así decirlo, y puso su mano en la de Dios para ser llevado a donde quisiera. Magnus est animus, qui se Dee tradidit; pusillus et degener qui obluctatur. (Séneca.) Es un hombre valiente que puede resignarse por completo a Dios: Quo fata trahunt, retrahuntque, sequamur. (Virgilio)

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