No tienes ni parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto ante los ojos de Dios.

Ver. 21. No tienes ni parte ni suerte ] Neque pars, neque sors, ninguna forma de interés en esta fe, mucho menos en este sagrado oficio de predicar e imponer las manos a otros. ( Dictio proverbialis. ) Los judíos se jactan de que en Portugal y España tienen millones de su raza a quienes dan dispensa completa de falsificar el cristianismo, incluso hasta el grado de sacerdocio; y que no se descubre nadie más que algunos espíritus ardientes, cuyo celo no puede contemporizar. ¿No son estos Simoniacs perfectos?

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