He aquí, el Señor tiene un poderoso y fuerte, [que] como tempestad de granizo [y] tempestad devastadora, como diluvio de aguas impetuosas que se desbordan, arrojará a la tierra con la mano.

Ver. 2. He aquí, el Señor tiene un poderoso y fuerte, ] a saber, Salmanasar, rey de Asiria. Porque mientras que Efraín podría decir: ¿Quién puede o se atreve a arrancar la flor de nuestra buena galantería? Dios responde que tiene a mano alguien que puede hacerlo, y hacerlo con un giro de mano, con poco ruido.

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