Porque esta ciudad ha sido para mí una provocación de mi ira y de mi furor desde el día que la edificaron hasta el día de hoy; que me lo quite de delante de la cara,

Ver. 31. Desde el día en que lo construyeron. ] Desde que Salomón la embelleció y la convirtió en metrópoli. Sin embargo, Hegesipo estaba fuera, al decir que Jerusalén se llamaba cuasi ιερον Sολομωντος. Salomón lo hizo famoso por su magnificencia; pero odioso por su idolatría allí.

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