Entonces Jefté fue con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo nombró jefe y capitán sobre ellos; y Jefté pronunció todas sus palabras delante de Jehová en Mizpa.

Ver. 11. Entonces Jefté se fue. ] Él no solo perdonó, sino que olvidó todas las descortesías anteriores, enterrándolas todas en el amor a su país. Lo mismo hizo Camilo entre los romanos, Temístocles entre los atenienses, etc.

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