Entonces Gedeón edificó allí un altar a Jehová, y lo llamó Jehováhalom; hasta hoy todavía está en Ofra de los abiezeritas.

Ver. 24. Y lo llamó Jehová-shalom, ] es decir, Jehová de paz, o la paz de Jehová. Cristo le había dicho: Jueces 6:23 La paz sea contigo; por tanto, honra a Cristo con el nombre que se le da a su altar recién construido. Debemos escribir en nuestro corazón Jehová-tsidkenu, Jehová-shalom: Jehová nuestra justicia, Jehová nuestra paz. "El mismo Señor de la paz nos conceda la paz siempre por todos los medios". 2 Tesalonicenses 3:16 Una inscripción así respondería a todas nuestras dudas y alegraría nuestros espíritus por encima de toda fe.

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