Y lo traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y él tomará su puñado de su flor de harina, y de su aceite, con todo su incienso; y el sacerdote hará arder su memorial sobre el altar, ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

Ver. 2. Quemará su memoria. ] Por lo cual Dios se acordó, por así decirlo, de la ofrenda de la fiesta, y reconoció que toda su provisión era de Dios.

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