No sea que venga de repente y te encuentre durmiendo.

37 Y lo que os digo, a todos os digo: Velad.

Ver. 37. Ver ] Lo que Cerbidius Scevola solía decir de la ley civil, es más cierto de la ley divina: Ius civile scriptum est vigilantibus, non dormitantibus. La ley fue escrita para aquellos que observan para obedecerla. Y ese muy buen consejo que da Bucero sobre este texto, Merito semper sonare auribus nostris debet haec vox, vigilate. Esta palabra reloj debería estar sonando siempre en nuestros oídos, corriendo en nuestras mentes. Sea nuestro cuidado constante, que la muerte no nos sorprenda de repente. Ningún invitado le llega desprevenido que mantiene una mesa constante.

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