Cualquiera que reciba en mi nombre a uno de tales niños, a mí me recibe; y todo el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me envió.

Ver. 37. No me recibe ] Non removet sed corrigit, dice Erasmo. No solo me recibe a mí, sino al que me envió.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad