Pero Jesús guardó silencio. Y el sumo sacerdote respondió y le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.

Ver. 63. Te conjuro por el Dios viviente ] Así lo había hecho el diablo una vez antes, horrendo impudentiae exemplo, Marco 3:7 . Sed os Caiaphae et culeus Satanae in eodem sunt praedicamento. No tiene nada que ver con el diablo y con los suyos contaminar y deshonrar ese nomen maiestativum, como lo llama Tertuliano, ese "nombre glorioso y temible de Dios", como lo llama Moisés, Deuteronomio 28:58 ; y llamarlo, en todo momento, como autor o cómplice, al menos, de sus abominables tramas y prácticas.

¿Cuánto mejor ese santo varón que dijo: Mi corazón, cabeza y lengua tiemblan cuantas veces hablo de Dios? a Sí, los mismos sabios paganos tenían los mismos pensamientos, que los hombres deberían estar mejor aconsejados que arrojar el nombre del reverendo de Dios en sus lenguas como una pelota de tenis, o usar su imagen como adorno. b Y seguramente, como relata San Marcos esta historia, uno pensaría que Caifás es una persona muy concienzuda.

Porque lo trae diciéndole a nuestro Salvador: "¿Eres tú el hijo del bendito?" Marco 14:61 . Entonces él llama a Dios por. una perífrasis, como si tuviera miedo de nombrar a Dios una vez, ευλογητου. Baruch hu, quasi ipsum Dei nomen exprimere vereatur; cuando hasta ahora después, profanamente conjura a nuestro bendito Salvador "por el Dios viviente, que nos digas si tú eres el Cristo", etc.

Y esto lo hace, no por deseo de conocer la verdad; sino como buscando una ocasión de su confesión audaz y libre de la verdad, para darle muerte; yendo así a dar derecho al mismo Dios a sus viles empresas. Vea aquí la naturaleza odiosa de la maldita hipocresía y abandónela.

a Lingua, mente, et cogitatione horresco citas de Deo sermonem habeo Nazianzen.

b εν δακτυλιω εικονα θεου υν περιφιρειν Praecept. Pyth.

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