Y el SEÑOR escuchó la voz de Israel y entregó al Cananeo; y los destruyeron por completo a ellos ya sus ciudades; y llamó el nombre del lugar Horma.

Ver. 3. Liberó a los cananeos. ] Este rey Arad, alentado con su anterior éxito, podría -como dice Guicciardini de Carlos VIII de Francia, en su expedición contra Nápoles- entrar en el campo como truenos y relámpagos, pero salir como un rapé; más que un hombre al principio, menos que una mujer al final.

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