Los leoncillos tienen necesidad y tienen hambre, pero los que buscan al SEÑOR no necesitarán ningún bien.

Ver. 10. Los leoncillos carecen y tienen hambre ] Y sin embargo la tendrán, si es que la tienen. Haec est sceleratorum imago, dice Beza. Perversos opresores semejantes a leones, ricos cormoranes, como dice la Septuaginta, que viven del despojo de los pobres y nunca se sacian, perecen todavía de hambre, como Elifaz dice del viejo león, Job 4:11 ; y a menudo llegan a una gran pobreza, de modo que se marchitan y mueren miserablemente, Donec misere tabescant (Beza.)

Pero los que buscan al Señor ] Que, contentos solo con su bendición, no busquen su alimento de otra manera que no sea de su mano, y prefieren yacer en el polvo que levantarse por malos principios; éstos tienen una autarquía, una autosuficiencia, como la piedad nunca está exenta, 1 Timoteo 6:6 . Algunos rabinos dicen (Aben Ezra in loc.

) que los siervos de Aquis casi le habían dado hambre a David (con el pretexto de reducirlo a su sano juicio), pero Dios lo sostuvo por milagro, como lo hizo con Elías, 1Re 17: 6; 1 Reyes 17:14

No querrán nada bueno ] Quieren que puedan, esto o aquello, que puedan pensar que sería bueno para ellos; pero Dios sabe que es de otra manera; o de lo contrario deberían estar seguros de ello. Nada sigue del bien por sí mismo sino el bien; pero si por accidente le sigue algún mal, a los que buscan al Señor con sinceridad se les convierte en bien.

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