12-17 Salomón descubrió que el conocimiento y la prudencia eran preferibles a la ignorancia y la locura, aunque la sabiduría y el conocimiento humanos no harán feliz al hombre. El hombre más erudito, que muere desconocido para Cristo Jesús, perecerá igualmente con el más ignorante; ¿Y qué bien pueden hacer las alabanzas en la tierra al cuerpo en la tumba o al alma en el infierno? Y los espíritus de los hombres justos hechos perfectos no pueden quererlos. De modo que si esto fuera todo, podríamos ser llevados a odiar nuestra vida, ya que todo es vanidad y aflicción de espíritu.

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