1,2 Con lo que Amán habría hecho travesuras, Esther hará bien. Toda la confianza que el rey había depositado en Amán, ahora la depositó en Mardoqueo: un cambio feliz. Mira la vanidad de acumular tesoros en la tierra; El que acumula riquezas, no sabe quién las juntará. ¡Con tan poco placer, es decir, con qué molestia constante, Haman habría considerado su propiedad, si hubiera podido prever que Mardoqueo, el hombre que odiaba sobre todos los hombres del mundo, debería haber gobernado sobre todo aquello en lo que había trabajado! Nos interesa asegurarnos de esas riquezas que no se dejarán atrás, pero que nos acompañarán a otro mundo.

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