16-19 Dios se manifestó a sí mismo y a su favor a Jacob cuando dormía. El Espíritu, como el viento, sopla cuando y donde escucha, y la gracia de Dios, como el rocío, no se queda con los hijos de los hombres. Jacob buscó mejorar la visita que Dios le había hecho. Dondequiera que estemos, en la ciudad o en el desierto, en la casa o en el campo, en la tienda o en la calle, podemos mantener nuestra relación con el Cielo, si no es nuestra culpa. Pero cuanto más vemos de Dios, más vemos el temblor santo delante de él.

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