9-16 Las personas a quienes Cristo ha redimido con su sangre, así como por su poder, obtendrán la liberación gozosa de cada enemigo. El que diseña tal alegría para nosotros por fin, ¿no trabajará tal liberación mientras tanto, como requieren nuestros casos? En este mundo de cambios, es un paso corto de la alegría a la tristeza, pero en ese mundo, la tristeza nunca será vista. Rezaron por la exhibición del poder de Dios; él les responde con consuelos de su gracia. Si temíamos pecar contra Dios, no deberíamos temer los ceños de los hombres. Feliz es el hombre que siempre teme a Dios. Y la iglesia de Cristo gozará de seguridad por el poder y la providencia del Todopoderoso.

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