30,31 Hubo otros signos y pruebas de la resurrección de nuestro Señor, pero éstos fueron puestos por escrito, para que todos creyeran que Jesús era el Mesías prometido, el Salvador de los pecadores y el Hijo de Dios; para que, por esta fe, obtuvieran la vida eterna, por su misericordia, verdad y poder. Que creamos que Jesús es el Cristo, y creyendo tengamos vida por su nombre.

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