20-37 El reino de Dios estaba entre los judíos, o más bien dentro de algunos de ellos. Era un reino espiritual, establecido en el corazón por el poder de la gracia divina. Obsérvese cómo había sido con los pecadores anteriormente, y en qué estado los encontraron los juicios de Dios, de los cuales habían sido advertidos. Aquí se muestra qué terrible sorpresa será esta destrucción para los seguros y sensuales. Así será el día en que se manifieste el Hijo del Hombre. Cuando Cristo vino a destruir a la nación judía por medio de los ejércitos romanos, esa nación fue encontrada en un estado de falsa seguridad como el que aquí se menciona. De la misma manera, cuando Jesucristo venga a juzgar al mundo, los pecadores serán encontrados totalmente despreocupados; porque de la misma manera los pecadores de cada época siguen con seguridad sus malos caminos, y no se acuerdan de su último fin. Pero dondequiera que estén los impíos, que están marcados para la ruina eterna, serán encontrados por los juicios de Dios.

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