13-16 Algunos padres o cuidadores llevaban a los niños pequeños a Cristo, para que los tocara, en señal de que los bendecía. No parece que necesitaran curas corporales, ni que fueran capaces de ser enseñados; pero los que los cuidaban creían que la bendición de Cristo haría bien a sus almas; por eso se los llevaban. Jesús ordenó que se los llevaran a él, y que no se dijera ni hiciera nada para impedirlo. Los niños deben ser dirigidos al Salvador tan pronto como sean capaces de entender sus palabras. También nosotros debemos recibir el reino de Dios como niños pequeños; debemos permanecer adheridos a Cristo y a su gracia, como los niños pequeños a sus padres, enfermeras y maestros.

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