22,23 Cristo sabía perfectamente todas las cosas que deberían sucederle, sin embargo, emprendió la obra de nuestra redención, lo que demuestra fuertemente su amor. ¡Qué degradación externa y gloria Divina fue la vida del Redentor! Y toda su humillación terminó en su exaltación. Aprendamos a soportar la cruz, a despreciar las riquezas y los honores mundanos, y a contentarnos con su voluntad.

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