11-13 Los reyes de Asiria habían sido terribles y crueles con sus vecinos durante mucho tiempo, pero el Señor destruiría su poder. Muchos alegan como una excusa para rapiña y fraude, que tienen familias que mantener; pero lo que se obtiene así nunca les hará ningún bien. Los que temen al Señor, y obtienen honestamente lo que tienen, no querrán para sí mismos ni para los suyos. Es justo con Dios privar a aquellos de niños, o de consolarlos, que toman cursos pecaminosos para enriquecerlos. Esos no son dignos de ser escuchados nuevamente, que han hablado con reproche de Dios. Entonces, acerquémonos a Dios en su propiciatorio, que teniendo paz con él por medio de nuestro Señor Jesucristo, podamos saber que él es para nosotros, y que todas las cosas trabajarán juntas para nuestro bien eterno.

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