8-10 ¡Qué cambio tan repentino está aquí! Habiendo dado a conocer su petición a Dios, el salmista confía en que su dolor se convertirá en alegría. Por las obras de la gracia de Dios sobre su corazón, sabía que su oración era aceptada, y no dudó, pero a su debido tiempo sería respondida. Sus oraciones serán aceptadas, saliendo de las manos de Cristo el Mediador. La palabra significa oración hecha a Dios, el Juez justo, como el Dios de su justicia, quien abogaría por su causa y corregirá sus errores. Un creyente, a través de la sangre y la justicia de Cristo, puede acudir a Dios como un Dios justo y pedirle perdón y limpieza, que es justo y fiel para otorgar ambos. Ora por la conversión de sus enemigos, o predice su ruina.

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