Los que sufren según la voluntad de Dios, tanto por una buena causa como con el espíritu recto. Encomiéndele sus almas - (Lo que sea del cuerpo) como un depósito sagrado. Haciendo el bien - Sea este su cuidado, hacer y sufrir bien: Él se encargará del resto. Como a un Creador fiel, en cuya verdad, amor y poder podéis confiar con seguridad.

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