Amomum: un arbusto cuya madera es un fino perfume. Y bestias: vacas y bueyes. Y de carros: aquí se inserta una palabra puramente latina en el griego. Este San Juan sin duda lo utilizó a propósito, al describir el lujo de Roma. Y de los cuerpos: un término común para los esclavos. Y almas de hombres, porque también éstos se compran y venden continuamente en Roma. Y esta de todas las demás es la mercancía más rentable para los traficantes romanos.

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