Y del trono salen relámpagos que afectan la vista. Voces: que afectan la audición. Truenos: que hacen temblar todo el cuerpo. Los hombres débiles consideran todo esto terrible; pero para los habitantes del cielo es una mera fuente de gozo y placer, mezclada con reverencia a la Divina Majestad. Incluso a los santos de la tierra les transmiten luz y protección; pero a sus enemigos, terror y destrucción.

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