Hombre: hasta Adán en el día en que fue creado. Y en él, a toda su posteridad. Dijo: Dios lo dijo, al principio a la mente del hombre, en la que escribió esto con su propio dedo, y luego por los santos patriarcas, profetas y otros maestros, a quienes envió al mundo para enseñar a los hombres la verdadera sabiduría. He aquí, expresión que denota la gran importancia de esta doctrina y, además, el atraso del hombre para comprenderla.

El temor del Señor: religión verdadera. Sabiduría - En la sabiduría del hombre, porque eso, y solo eso, es su deber, su seguridad y su felicidad, tanto para esta vida como para la próxima. Maldad - Del pecado, que se llama mal eminentemente, por ser el mal principal y la causa de todos los demás males. La religión consta de dos ramas: hacer el bien y abandonar el mal; el primero se expresa en la primera cláusula de este versículo, y el segundo en estas palabras; y este es el mejor tipo de conocimiento o sabiduría que el hombre puede alcanzar en esta vida.

El propósito de Job en este cierre de su discurso, no es reprender la osadía de sus amigos, al indagar en los secretos de Dios, y pasar una censura tan imprudente sobre él y sobre el comportamiento de Dios hacia él; sino también para reivindicarse de la imputación de hipocresía que le imputaron, demostrando que siempre había considerado su mejor sabiduría, temer a Dios y apartarse del mal.

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